Tuesday, July 21, 2009

EL ROL SOCIAL DEL PROFESIONAL DE LA EDUCACION

EL ROL SOCIAL DEL PROFESIONAL DE LA EDUCACION:
“Dicotomía de la formación y la vocación”.
por: Alvaro Roman.
Teóricos de Las ciencias sociales siempre han hecho hincapié en que la forma de establecer los roles, funciones y quehaceres profesionales, en todas las disciplinas de esta, siempre esta sujeto a las demandas y necesidades de la sociedad; cuestión que, en este sentido, no es menor, ya que a juicio de esta afirmación, las profesiones de carácter social, debieran buscar a diario, por medio de su accionar, solución a las demandas sociales, políticas, socioculturales y económicas contextualizadas. En el ámbito de la educación, es necesario preguntarse ¿Actualmente las ciencias de la educación, están dando solución a dichas demandas?, ¿Sus objetos de estudios son efectivamente los que la sociedad o la comunidad necesita abordar y/o resolver?, ¿Bajo qué intereses, visiones y misiones estamos siendo actualmente formados y educados los profesionales?¿Se intenciona, en la formación, el compromiso social de los/as profesionales, con su realidad, contexto, historia y complejidad de la cual son parte?¿Nacemos con compromiso social o lo desarrollamos?.

A mi juicio, el desarrollo del ser social, radica en primera instancia, en los valores que la educación, ya se formal, no formal, familiar, informal inicial, entregan a los sujetos, para que estos encuentren un camino hacia su identidad social; cuestionamiento que nos lleva a reflexionar el como intencionamos, en nuestras prácticas en el proceso de enseñanza – aprendizaje, el desarrollo de conductas sociales, que generen la empatía y compañerismo, con el compañero y con el grupo, el amor a la libertad, la tolerancia, solidaridad efectiva; valores imprescindibles para el des empantanamiento de aquella maquina pensada y hecha por el hombre, el renombrado, equilibrio social.

Consecuentemente con esto, también cabe señalar que el rol social no solo es una operatoria de a mas b, que se desarrolla contextualmente en forma guiada o automática, ya que, ejemplos concretos de personajes de nuestra historia nacional, que sin formación formal, académica o universitaria, desde su propia visión, praxis y consecuencia, nos demuestran que el compromiso social, está marcado y definido por la vocación, por el espíritu de sentir, del estar en el lugar del otro/a, del sufrir con el otro/a, del trabajar con el y para el otro/a, del de construir para y con el otro/a.

LA CRISIS DE LOS VALORES: Entre el relativismo y la jerarquización.
Los valores, en nuestra sociedad actual, han sufrido un problema de jerarquización y relativismo continuo, lo cual transporta a los sujetos a una desvalorización de lo aprendido. Los medios de comunicación masivos generan un puente importante para esta desvinculación, ya que el respeto, la tolerancia, la humildad, la solidaridad, la honestidad, no venden.
De igual forma la educación, no reflexiona mayormente en este problema, lo cual, no al azar nos lleva a tener sujetos que se educan bajo un régimen pasivo y neutral; de esta forma no es raro encontrarse con personas que no cuestionan, que no reflexionan, que no demandan, que no exigen, problemática que traspasa etapas, situación económica y cultural y educativa profesional.

Históricamente, nos hemos educado para ser una pieza mas, en esta maquina que se llama sociedad. Al respecto, cabe citar un pensamiento del escritor francés Jean – Jacques Rosseau, el cual dice “El hombre nace libre, mas la sociedad lo encadena”; y lo hace hacia objetivos particulares, por lo tanto, la educación juega un rol fundamental en este motor.

LA FORMACION DEL COMPROMISO SOCIAL DEL PROFESIONAL: Una cuenta impaga de la educación superior.
En los últimos años ha cobrado relevancia, en la educación, básica, media y superior, el desarrollo del pensamiento critico, el ser conciente, reflexivo y actor de la realidad, lo cual, casas de estudios se llenan de pompas y flores en anunciarlo, sin embargo, en su formación, su currículo, pasan simplemente inadvertidos o nunca estuvieron presentes y de esta forma se llenan la boca, en sus carteles publicitarios, “Educamos para Hacer” “Desarrollamos el pensamiento critico”. De esta forma, subjetivamente, el pensamiento, dijese Critico, debiese llevar al sujeto a cambiar su realidad, a pensar siempre en su actuar, a cuestionarse su praxis, a innovar, a crear, sin embargo, nos encontramos cada día mas con profesionales, que no cuestionan, que no se identifican, que no se definen, que no se vinculan, que viven para el trabajo, que ingresan a la funcionalidad del sistema y es aquí, donde el ser social el real compromiso, se corrompe, a un compromiso desvalorizado de la humanidad. Es aquí cuando no hablamos de política, porque la política es el partido al cual pertenece mi jefe y de la cual dependo funcional, económica y hasta emocionalmente; en este sentido, la permeabilidad del ser social, nos lleva a generar la instrumentalización y burocracia de las prácticas profesionales y la pérdida irreparable de nuestra libertad del pensamiento
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