Monday, May 16, 2011

¿La psicopedagogia, una noble y bella profesión? o ¿La psicopedagogia, una ciencia en construcción?

¿Son todas las profesiones bellas y nobles para quienes las desarrollan?

¿Los seres humanos hacemos de nuestras profesiones una cadena y grilletes que nos llevan a la frustración y fracaso personal o buscamos en ellas espacios de autorrealización, liberación y/o construcción social y personal? O ¿Necesitamos a diario autoafirmar nuestro quehacer profesional?

Cuando leo en algunos ensayos, frases tan subvaloradas, cliché y hasta a veces reduccionistas de la disciplina psicopedagógica, como ¡la psicopedagogía: una profesión bella y noble¡ me surgen varias interrogantes, en cuanto si ¿Es viable para el desarrollo epistemológico de la psicopedagogía, generar un pensamiento tan distorsionado, que utiliza un lenguaje tan infantilizado, reduccionista y falto de rigurosidad científica para describir una ciencia?, ¿Cómo concebimos nuestro quehacer “profesional” los/as psicopedagogos/as hoy en día?, ¿Qué queremos generar con este pensamiento?.

Por un lado lo que siempre ha estado en discusión y reflexión de la psicopedagogía en Chile y en el mundo, es la búsqueda de un piso Epistemológico, es decir, de la base para la producción de conocimiento científico, que oriente la practica, que defina, de una vez por todas el objeto de estudio, el campo de ocupación, el rol profesional y la forma en que ese conocimiento se producirá.

Sin embargo, somos los propios/as sicopedagogos/as los que nos hemos puesto una venda en los ojos y en nuestra conciencia, que no nos ha dejado pensar, reflexionar y dialogar. Nos hemos ensimismado tanto en lo laboral, que hemos perdido nuestro espíritus critico, nuestra capacidad para reflexionar sobre nuestro actuar y hemos dado un paso al lado y esperar que todo ocurra, como por arte de magia.

En este sentido, yo me pregunto ¿Cuántos de nosotros/as, nos sentamos a conversar con un/a colega, amigo/a, sobre el momento en que estamos, sobre la situación de la psicopedagogía, los paradigmas existentes en las ciencias sociales, el desarrollo del conocimiento científico?, ¿Qué sabemos acerca de paradigmas, modelos de desarrollo, complejidad, soociocritica, fenomenología, hermenéutica?, ¿Cuál es nuestra posición frente a los paradigmas dominantes?.

¿Qué hemos hecho?...

Nos preocupamos de crear faceboook y grupo de amigos, bolsas de trabajo y ¿Qué pasa con lo medular?, ¿Qué pasa con la reflexión, con el diálogo, con la sistematización de lo que vivimos y hacemos profesionalmente?.

Creo que los/as sicopedagogos/as hace un rato que estamos haciendo, en diferentes contextos: en lo clínico algunos/as, en lo educacional otros, en lo comunitario, hasta en lo laboral se desarrollan experiencias significativas, que dan cuenta que no falta creatividad e ideas de desarrollo. No obstante, faltan la sistematización rigurosa, la reflexión teórica para ubicarnos en que y desde que paradigma queremos o estamos construyendo o deconstruyerndo la psicopedagogía.

No cabe duda que hay que generar comunidades científicas, que promuevan la investigación, la sistematización y registro de experiencias, lo gremial y político, sin embargo estos espacios no pueden seguir victimizandonos sociopolítica y epistemologicamente con discursos contemplativos y carentes de animo, frente a un derecho que la sicopedagogia lo tiene ganado.

Hoy en día, es innegable que el aprendizaje es un fenómeno complejo y que se debe abordar interdisciplinariamente, lo cual implica una mirada amplia y concentrada en todos los aspectos que intervienen en dicho proceso: lo cognoscitivo (aspecto nosologico), lo psicosocial-afectivo (aspecto ontogénico del ser humano) y lo académico – instrumental, sin embargo, somos los propios/as psicopedagogos/as, los/as que debemos reflexionar y actuar en el proceso de aprendizaje - el cual concuerdo directamente con otros/as colegas como objeto de estudio de la ciencia psicopedagógica – pero desde una base epistemológica, de construcción de conocimiento pero aterrizado sobre los paradigmas dominantes y lo que se viene manejando actualmente en las ciencias sociales.

A mi parecer se debe reflexionar mas sobre lo que pasa con el – la psicopedagogía/o en la escuela de hoy, que es tradicional, que etiqueta, que clasifica, que margina a los/as niños/as y nosotros/as nos prestamos técnica y éticamente para ello, actuando desde la lógica psicologizante y patologizante del aprendizaje, y nos creemos expertos en educación, pero expertos en educación excluyente, no hablamos de diversidad, no hablamos de sobre dotación, no hablamos de pedagogía critica, no hablamos de investigación acción, no reflexionamos sobre los modelos y paradigmas positivista que nos rigen social, educacional, política y culturalmente, menos aun no tomamos postura frente a estos aspectos, que son fundamentales en la definición de la disciplina, el rol y quehacer profesional.

Es perjudicial que nos encontremos con un discurso excluyente, discriminador y contemplativo en la construcción de la nueva psicopedagogía.

Hacemos un llamado a la comunidad psicopedagógica, que está pensando la psicopedagogía o pseudos psicología educativa, a mirar más sobre paradigmas, a leer mas sobre teoría critica, a investigar y reflexionar con Paulo Freire, Edgar Morin, Humberto Maturana, Domingo Bazán, entre muchos otros, que son parte de una construcción teórica y epistemología importante en la nueva mirada, una mirada que no excluye nuestra realidad e historia latinoamericana como referentes prácticos y teóricos, si no que construye desde allí.

Seguimos con la Biblia europeizante de los renombrados García Vidal, lo cual etiqueta y clasifica y no somos capaces de criticar y proponer modelos teóricos propios, instrumentos propios, contextualizados a la realidad nacional y a las propias complejidades sociales en las cuales estamos insertos.

Hacemos un llamado a los psicopedagogos/as a potenciar un espacio de reflexión efectiva, de dialogo, de encuentro, de fraternidad, constructora de identidades, enriquecedora de conciencias y de pensamiento critico, que tenga fundamentos teóricos y que no solo hable desde el romanticismo y lo visceral.

Creemos en otro mundo posible, en donde el – la psicopedagoga/o, son un aporte importante en la transformación social, política, económica y cultural de nuestro espacio, entorno, comunidad, país y continente.